Existen dos grupos fundamentales de parásitos de perros; los internos y los externos.
Los Parásitos externos son más fáciles de detectar porque el perro habitualmente reacciona a sus picaduras. Por ello si se rasca con frecuencia o con demasiada fuerza, se muestra incómodo, molesto e incluso se hace una herida rozándose con los colmillos alguna zona de la piel, debes observar si tiene marcas de picaduras o mordiscos. Algunos parásitos externos de los perros, además, pueden ser visibles al ojo humano, como las garrapatas o las pulgas.
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